Aunque el Día del Padre históricamente ha generado menor efusividad comercial que otras fechas clave, para 2025 sigue representando una oportunidad relevante para el retail y los CPGs. Sin embargo, el escenario económico actual obliga a actuar con cautela.
Según datos de la Canaco CDMX, la derrama proyectada para este año asciende a 4,928 millones de pesos, un crecimiento del 15.1% respecto a 2024. A simple vista parece un dato positivo, pero este crecimiento está impulsado principalmente por el aumento de precios: los productos y servicios relacionados con la celebración se han encarecido en promedio un 18%, según la ANPEC.
En otras palabras, el consumidor no está comprando más unidades; está pagando más por lo mismo.
Esta presión inflacionaria ha transformado el comportamiento de compra del shopper mexicano. Hoy prioriza regalos funcionales, prácticos y ajustados al presupuesto familiar. Según ANPEC, los regalos más comunes este Día del Padre son:
- Ropa (camisas, cinturones, carteras): 51.9%
- Perfumes y lociones: 20.5%
- Bebidas alcohólicas: 9.9%
- Chocolates o botanas: 6.4%
- Calzado: 6.0%
- Herramientas: 4.2%
- Electrónica o accesorios: 2.8%
Adicionalmente, muchas familias optan por celebraciones austeras en casa. Una comida familiar ronda los $2,000 pesos para 10 personas, lo que reduce aún más el nivel de gasto para retailers y fabricantes.
Este panorama limita el margen de maniobra para las marcas. Las campañas deben ser mucho más precisas, tanto en el volumen de inventario colocado como en la ejecución en punto de venta, donde cualquier desajuste puede derivar en productos sin rotación y pérdidas operativas.
El impacto directo en los anaqueles y la rotación de inventario
Cuando el shopper se vuelve más cauteloso y selectivo, el riesgo de sobreinventario aumenta considerablemente. Las proyecciones de venta, muchas veces basadas en datos históricos o estimaciones de crecimiento lineal, no siempre logran anticipar los cambios abruptos en el consumo derivados de la inflación y la presión sobre los ingresos familiares.
El resultado es evidente en los pasillos de las tiendas: anaqueles llenos, baja rotación y espacios saturados. Lo que en años anteriores era un surtido adecuado, hoy puede convertirse rápidamente en exceso, especialmente en categorías sensibles al precio como ropa, calzado o cuidado personal.
El sobreinventario impacta directamente la rentabilidad de retailers y CPGs al generar capital inmovilizado, mayores costos de almacenamiento, necesidad de aplicar descuentos forzados que reducen márgenes, espacio desperdiciado en piso de venta y tensiones en la relación proveedor-retail por incumplimientos en acuerdos de rotación. En un contexto de márgenes cada vez más estrechos, estos errores de planeación se traducen rápidamente en pérdidas millonarias.
Más allá de la promoción: la ejecución en punto de venta como palanca crítica
Durante años, las promociones fueron el principal recurso para impulsar las ventas en fechas como el Día del Padre. Sin embargo, en el contexto actual de bajo presupuesto y alta sensibilidad al precio, su efectividad disminuye. Hoy, la verdadera palanca está en la ejecución precisa en el punto de venta: un producto mal ubicado, precios incorrectos o quiebres de stock anulan el impacto de cualquier oferta, generando costos adicionales sin lograr el objetivo de rotación.
Por eso, la ejecución se convierte en el verdadero diferenciador competitivo. Las marcas que integran datos, agilidad operativa y visibilidad en piso maximizan cada unidad colocada, protegen márgenes y fortalecen su vínculo con el shopper. Los errores, en cambio, se traducen en capital congelado, espacio desperdiciado y oportunidades perdidas justo en el momento clave de decisión de compra.
Los errores operativos más frecuentes en piso de venta
Durante campañas como el Día del Padre, los fallos en piso de venta suelen repetirse y amplificar el impacto negativo en las ventas. Entre los más frecuentes están la falta de visibilidad de producto, con exhibiciones mal ubicadas o quiebres de stock en zonas estratégicas; y los errores en precios y promociones, desde etiquetas incorrectas hasta descuentos mal aplicados que generan confusión en el shopper.
En todos los casos, el factor común es la ausencia de información en tiempo real y de control operativo efectivo. Sin visibilidad inmediata de lo que ocurre en cada tienda, los desvíos pasan desapercibidos, se acumulan y terminan afectando directamente la rentabilidad de la campaña.
Cómo Storecheck ayuda a optimizar la ejecución en punto de venta con tecnología
En un entorno donde el shopper cambia sus patrones de compra constantemente, la visibilidad y la capacidad de reacción rápida son claves. Aquí es donde soluciones como Storecheck marcan una diferencia estratégica para retailers y CPGs.
Storecheck permite optimizar la ejecución en punto de venta mediante monitoreo en tiempo real, detección y corrección inmediata de desvíos, priorización de tiendas críticas y una integración total con los sistemas de ventas, inventarios y logística, ofreciendo una visión 360° del desempeño en piso. Además, su capacidad de análisis continuo permite a los equipos de trade marketing, ventas y compras tomar decisiones rápidas y precisas, maximizando la rentabilidad incluso en campañas complejas como el Día del Padre 2025.