El alza de los precios en México no es un secreto y día con día los consumidores, en especial aquellos con poco poder adquisitivo, son los que más sufren esta causa. Te invitamos a leer más sobre este tema y saber cómo debes actuar como jugador del canal minorista, estando al tanto del aumento de los costos para evitar roturas de stock y mantener un inventario óptimo.
Muchas familias tienen que empezar a recortar sus gastos y sustituir sus productos por otros que no afecten el poder comprar otra clase de productos necesarios. Sin embargo, estos aumentos de precios en los productos están afectando hasta la canasta básica. De acuerdo con los últimos datos publicados por el INEGI, México, ¿Cómo Vamos? durante la primera quincena de octubre de 2022, la tasa anual de inflación fue de 8.53%. En este sentido, las frutas y verduras presentaron una variación anual de 14.40% y los pecuarios de 15.67%. Además, se vieron afectados los precios en productos como maíz, frijol, azúcar, avena o sal de mesa, por mencionar algunos.
En cuanto a los energéticos, el incremento anual en el precio de la electricidad fue de 10.54%, variación menor a la de un mes antes. La gasolina magna es el segundo genérico con mayor incidencia anual y el gas LP es el genérico con menor incidencia quincenal y anual. En resumen, a pesar de tener un registro menor al mes anterior, una inflación superior al 8% anual no es una buena noticia para los hogares mexicanos.
¿Cómo afecta la inflación a las tiendas de autoservicio?
De acuerdo con Luis Willard, analista sénior de Retail para Latinoamérica de GBM Casa de Bolsa con base en los datos históricos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), el crecimiento en ventas está decreciendo.
Esto se traduce en menor consumo por parte de los usuarios en comparación con años anteriores. Así, los mexicanos están gastando menos y comprando menos productos no esenciales para su supervivencia.
Las causas de los aumentos de precio en los productos de la canasta básica pueden atribuirse a los aumentos en los precios de los combustibles y a una moneda nacional que sigue débil frente al dólar estadounidense.
La forma más eficiente de transportar los productos es por camiones que consumen combustible. De acuerdo con los datos de Scotiabank, los precios del transporte aumentaron un 8.25% con respecto al año pasado. Costo que los consumidores finales tuvieron que absorber.
Y no solo eso, también los precios de los alimentos aumentaron un 7.8% en comparación al año anterior, lo cual hace que los compradores mexicanos puedan comprar menos producto y por ende, esto se ve reflejado en la baja de ventas que comentábamos anteriormente.
Pero, ¿Cómo se debe actuar ante esta situación?
Sí, el disminuir los precios para mantener un incremento lo más bajo posible es imprescindible para tener una ejecución perfecta en tus puntos de venta. Esto se logra asegurando que tus productos estén en tienda cuando el comprador la visite.
Si el transporte aumenta de precio, las personas, al no encontrar un producto, buscarán otra opción que pueda satisfacer su necesidad sin tener que volver a la tienda.
Otra opción es mejorar tu sistema de distribución para disminuir los costos de transporte y de manera eficiente hacer llegar el producto a los centros de distribución de tus clientes. Lo cual se logra implementando un sistema de Collaborative Planning Forecasting and Replenishment (CPFR, por sus siglas en inglés).
Al final del día es importante recalcar que la gran mayoría de los mexicanos viven una situación en la que los constantes aumentos de precios por mínimos que puedan ser, afectan la forma en la que consumen los productos, ya sea en supermercados o tiendas de la esquina.
Es por eso que si los productos que fabricas se ven afectados por la inflación debes tomar medidas para evitar que las ventas bajen y tus consumidores se decidan por no comprar tus marcas o peor aún, elegir a la competencia.