Con la diversificación de los canales de venta y contacto dentro del retail, la omnicanalidad pasó de ser una estrategia opcional a una necesidad. Ante este contexto, el proceso conocido como comercio unificado se ha convertido en una solución de gestión altamente eficiente.
Concretamente, el comercio unificado consiste en la integración de todos los canales de contacto con el cliente. Para ello, las firmas que emplean esta estrategia se basan en una sola plataforma de gestión.
Una de las ventajas del comercio unificado ante un contexto como el antes descrito, es que con esta estrategia se centraliza la información de todos los canales de venta, en una sola plataforma. Esto le permite a las marcas:
- Tener un mejor control de la operación en tiempo real (por ejemplo, en tareas de control de stock).
- Desarrollar estrategias basadas en indicadores clave (KPIs) obtenidos de todos los canales de venta.
- Diversificar y optimizar las opciones de venta y servicio para el cliente.
Diferencias entre la omnicanalidad y el comercio unificado
Antes de hablar de estas diferencias, vale la pena revisar los distintos canales de venta y contacto que existen en la actualidad en el retail.
El canal simple, el más longevo de todos, consta de una tienda física y el shopper. En esta modalidad, el contacto y la venta se hacen solo a través de esta vía.
El multicanal, por otro lado, contempla la opción de venta y contacto entre el shopper y la tienda, por medio de la tienda física o la página web del vendedor.
Por su parte, la omnicanalidad, como su nombre lo indica, permite la venta y contacto directo de un shopper con múltiples canales físicos y digitales como pueden ser tiendas físicas, redes sociales, market places y tiendas digitales. Cabe aclarar que, en este caso, aunque las opciones de venta y contacto son diversas, la gestión de las operaciones se hace según el canal usado por el shopper.
Finalmente, el comercio unificado, conocido como la “evolución de la omnicanalidad”, integra todos los canales de contacto y venta en una sola plataforma. En este sentido, la diferencia entre la omnicanalidad y el comercio unificado consiste en que, mientras que con la omnicanalidad las marcas gestionan individualmente todos sus canales, en el comercio unificado la gestión se hace desde una misma plataforma centralizadora.
“El comercio unificado es fundamental para ‘consentir a los clientes’. Se trata de tener una sola fuente de información que te permite saber cuáles son las preferencias de cada consumidor. De ese modo, se le pueden ofrecer los productos que busca, saber en qué horarios compra y qué métodos prefiere, lo que genera mayores índices de lealtad y eleva las tasas de conversión”, señala Elisa Fuentes, VP Enterprise Sales de Adyen, en un análisis sobre el valor del comercio unificado publicado por Ayden.
Implicaciones para el CPFR
La planeación, pronóstico y reabastecimiento colaborativo o CPFR (por sus siglas en Inglés), es una estrategia de gestión que busca mejorar la integración de la cadena de suministro entre todos sus participantes.
En el retail, el sistema CPFR se emplea para mejorar la colaboración entre los fabricantes y los minoristas y contempla mecanismos de coordinación e intercambio de información, así como el desarrollo de un marco legal que permite la relación comercial.
El comercio unificado, al ser un proceso de gestión centralizada, es naturalmente una estrategia que cuenta con el potencial de optimizar algunos de los aspectos del CPFR, pues, sin duda, el contar con una plataforma centralizadora simplifica el proceso de extracción de indicadores clave.
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