La cerveza es una de las bebidas más populares en el mundo y una de las más antiguas en la historia de la humanidad. Se sabe que los sumerios ya consumían esta bebida, por lo que estaría sumado más de 9 mil años de antigüedad.

Es catalogada como una “bebida social”, ya que su sabor y practicidad la hacen idónea para ser consumida en celebraciones, saciar la sed en tiempos de calor o acompañar los alimentos a manera de maridaje.

De acuerdo con datos de Statista, en 2019 el volumen de cerveza producida a nivel mundial fue de alrededor de 1,910 millones de hectolitros, de los cuales China produjo 376.53, Estados Unidos 210.88, Brasil 144.77, México 124.2 y Alemania 91.61.

Si bien Asia lidera el consumo de cerveza por región con el 33% del market share global, según cifras de Kirin Holdings, en el consumo per cápita en la República Checa lidera este ramo con 188.6 litros anuales, le siguen Austria con 107.8, Rumania con 100.3 y Alemania con 99.0. Estados Unidos se posiciona en el lugar 20 con 72.7 litros y México se ubica en el lugar 22 con 70.5 litros.

Hoy en día, la mayoría de los consumidores de cerveza tienen una marca de cerveza favorita a la cual siguen y con la que se identifican. Pero ¿qué hace que la cerveza genere esta fidelidad y engagement? En el marco del día de internacional de la cerveza, que se celebra el 6 de agosto, te compartimos algunas cualidades y mejores prácticas para lograrlo:

Variedad de opciones. La cerveza maneja una infinidad de tipos, estilos y precios, los suficientes para ajustarse a la mayoría de los gustos, hábitos y posibilidades económicas de las personas. Esto hace factible acostumbrarse a un sabor y marca favorita que casi siempre se preferirá al momento de adquirir el producto.

Asimismo, gracias a esta variedad de opciones, siempre será fácil encontrarla tanto en anaqueles de supermercados como en pequeñas tiendas de conveniencia.

Sentido de pertenencia. Es bien sabido que algunas marcas de cerveza tradicionalmente solían tener presencia en un área exclusiva del país como, por ejemplo, la Cerveza Pacífico en Sinaloa o Baja California, Barrilito en la CDMX o la Cuauhtémoc -hoy llamada Indio- que se vendía principalmente en el sureste de México. Las personas que crecen en una zona donde predomina cierta marca siempre sentirán un arraigo y cierto cariño hacia ella.

Buen trabajo de branding. La marca Corona, a pesar de que su nombre coincide con el virus que provocó la pandemia, en 2020 fue nombrada en el Brand Finance Annual Report como la marca de cerveza más famosa del mundo con un valor de 8.1 mil millones de dólares. Y es que las marcas de cerveza saben hacer branding y lo han perfeccionado a lo largo de los años. Un ejemplo es la estrategia de marketing de Carlton United Brewery para la cerveza Victoria Bitter que, a través de la campaña “For a hard earned thirst” retrata la cultura australiana de ser recompensada por un trabajo bien hecho.

Budweiser también basa su estrategia en el patrimonio y la tradición. Los caballos Clydesdale han sido una parte icónica de su marca desde 1933 e incluso aparecen en sus anuncios del Super Bowl. Su comercial del Super Bowl de 2014, Puppy Love, ha sido clasificado como el anuncio más popular en la historia de este evento.

Presencia en eventos deportivos. No existe evento deportivo donde alguna marca de cerveza no esté presente, ya sea como parte de la oferta de alimentos y bebidas para los espectadores o como patrocinadora.

Por ejemplo, Heineken patrocina la UEFA Champions League, la Europa League y la Copa Libertadores, además de ser uno de los patrocinadores más importantes de la Fórmula 1 en nuestro país. Tecate, por su parte, tiene una larga relación con el boxeo y en 2021 se convirtió en patrocinador de la Liga MX, mientras que Corona patrocina a la Selección Mexicana y al Club América.

Promociones en punto de venta. Es común que, en los establecimientos, la cerveza cuente con promociones o descuentos, ya sea en forma de 2×1, giveaways o cross selling y que sus activaciones sean de las más atractivas para los consumidores.

Y la lista puede seguir y seguir, lo importante es detenerse a entender qué prácticas aplican a nuestro sector particular, conocer las áreas de oportunidad y realizar análisis a detalle de las estrategias que estamos siguiendo ¿qué funciona y qué deberíamos cambiar? Para ello, existen herramientas de insights que nos pueden ayudar a lograr nuestros objetivos e incrementar nuestras ventas.

 

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