El 28 de agosto de 2025, el Gobierno mexicano publicó en el Diario Oficial de la Federación la suspensión de la importación temporal de calzado terminado bajo el régimen IMMEX. Esto significa que, a partir de ahora, cualquier calzado que ingrese al país deberá hacerlo como importación definitiva, pagando un arancel mínimo de 25 % más impuestos.
La medida busca frenar la evasión fiscal y fortalecer a la industria mexicana del calzado, que durante 2024 reportó una caída de 12.8 % en producción y la pérdida de más de 11,000 empleos formales. El principal problema era que gran parte del calzado importado bajo IMMEX, principalmente de origen asiático, terminaba vendiéndose en el mercado interno sin cubrir impuestos ni IVA, lo que generaba competencia desleal frente a fabricantes locales.
Lo que significa para el retail y las cadenas
El impacto de esta decisión regulatoria se sentirá directamente en los pasillos de las tiendas y en las cadenas de suministro:
- Costos al alza. Los aranceles encarecerán los productos importados, especialmente los modelos de gama media y baja, donde la sensibilidad del consumidor al precio es mayor.
- Reacomodo de portafolio. Habrá un impulso para los fabricantes nacionales que ahora tendrán condiciones más competitivas frente a la oferta internacional. Los retailers deberán repensar su surtido, balancear entre marcas globales y nacionales, y ajustar estrategias de precios.
- Ejecución en el punto de venta. El cambio afectará cómo se exhiben los productos, cómo se diseñan las promociones y, sobre todo, la gestión del inventario. Si no hay control de disponibilidad en tienda, el shopper enfrentará quiebres y tomará la decisión de irse con la competencia o migrar al canal online.
El shopper en el centro del cambio
Para el consumidor final, esta medida se traducirá en menos variedad internacional y precios más altos en ciertos modelos importados. Sin embargo, también abre la puerta a un mayor protagonismo de las marcas nacionales, lo que puede generar una revalorización del “hecho en México” como alternativa atractiva.
El reto para las cadenas es que el shopper no tiene paciencia: si no encuentra el producto que busca, difícilmente esperará. La ejecución perfecta en tienda será clave para no perder ventas ni confianza.
Cómo responder al nuevo escenario
En un contexto regulatorio cambiante, la ventaja competitiva no estará solo en la negociación con proveedores, sino en la capacidad de reaccionar rápido en piso de venta. Con soluciones como Storecheck, los retailers pueden:
- Tener visibilidad en tiempo real de inventarios y exhibiciones.
- Detectar quiebres antes de que afecten al shopper.
- Ajustar planogramas, promociones y precios con agilidad.
- Tomar decisiones basadas en datos de sell-out, no en suposiciones.
Conclusión
El decreto sobre el calzado no es únicamente un tema de impuestos: es un punto de inflexión para la estrategia de portafolio, precios y ejecución en tienda. Las cadenas que logren anticiparse, equilibrando importación con producción local y garantizando disponibilidad en piso de venta, serán las que conserven la preferencia del shopper en un mercado que se reconfigura.
Porque al final, la decisión se toma frente al anaquel, y ahí es donde Storecheck asegura que nada se quede sin ejecutar.