En México existen 1.2 millones de pequeños comerciales de los cuales 700,000 son tiendas de abarrotes o “tienditas de la esquina” ubicadas en barrios, colonias y comunidades del país.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) para mitad del 2021 el 91.71% de estos locales reportaron una baja en ventas, de entre el 15% y hasta el 25%, como consecuencia de la pandemia por Covid19.
Este modelo de negocio es una fuente de empleo para aproximadamente dos millones de mexicanos. Hasta antes de la pandemia mensualmente en promedio se generaban ventas por 40 mil pesos, con una utilidad neta de 9 mil pesos por tienda.
Durante 2019 y 2020 (confinamiento por pandemia) se registró un cierre de 300 mil tiendas de abarrotes lo cual afectó directamente la economía de las familias mexicanas así como el alcance de los grandes mayoristas.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC, comentó que las tienditas de la esquina juegan un papel importante en la economía y en el consumo de los mexicanos, pero también son muy relevantes para las marcas porque representan un gran porcentaje de sus ventas.
El presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas, Iñaki Landáburu Llaguno, aseguró que con paso firme el sector abarrotero mayorista supera el entorno económico complejo del país por lo que garantiza hay avances y “no pararemos”, prueba de ello es el crecimiento registrado en enero 2021, el cual se ubica en +5.3%, mientras que en los últimos 12 meses los números reportan un +8.7%.
Este canal ha sobrevivido a los cambios en los hábitos de las personas, sustentando su valor principalmente en 3 pilares: la cercanía, la relación de confianza entre el tendero y el shopper, además de su adaptabilidad al out of pocket de gran parte de la población mexicana; sin embargo, han tenido que optar por nuevas formas de adaptarse al cambio acelerado por la pandemia, implementando métodos de cobro como transferencia o pagos con tarjeta, difusión por redes sociales entre otros.
Por otro lado, los grandes retailers, que están en constante mejoría para la gestión en el punto de venta, apuestan por la cercanía al shopper y por ofrecer otros servicios como el pago de servicios, retiros en efectivo y la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito o débito, lo que representa una gran desventaja para el canal tradicional.
Nielsen destaca que el año pasado el valor de las marcas propias en México reportó un crecimiento de 14.3 por ciento y alcanzó una participación de hasta 8.4 por ciento en las ventas de los autoservicios. En el país, el aceite comestible, papel higiénico y azúcar son las categorías más prominentes para este canal.
De acuerdo con datos del sitio web de grupo Walmart, actualmente cuentan con 3,327 unidades en México y Centroamérica, de las cuales el 80% son de Bodega Aurrera y representan el 45.3% de las ventas totales del grupo, es decir prácticamente la mitad de los ingresos de la compañía vienen de este formato, que ofrece productos básicos, alimentos y artículos para el hogar, con presentaciones de menor gramaje en algunos casos y con precios muy competitivos.
Derivado de la importancia que representa el canal tradicional, nuestro equipo de auditores y expertos en Inteligencia de Mercados, realizó un sondeo en el que se encuestó a más de 2,400 tenderos en 18 estados de la República Mexicana, con el objetivo de dimensionar el porcentaje de tienditas o changarros que están tecnificadas o bien, qué tan dispuestos están a integrar tecnologías y servicios complementarios en sus negocios.
Sin duda las tiendas de la esquina siguen siendo de gran valor para los shoppers y para las marcas de consumo, por lo tanto es fundamental que cuentes con información clave y relevante sobre este canal. En Storecheck contamos con la capacidad instalada para llevar a cabo estudios que te permitirán entender mejor el comportamiento del shopper, la gestión en punto de venta o verificar que el plan que diseñaste se esté implementando de forma correcta.